La emoción de la literatura no se acaba con la vista cansada o con la ceguera. La voz de Esther León le llevará todos esos universos imaginarios a Rita Ruber, que a sus 90 años le puede la fatiga en los ojos. Una vez a la semana, la voluntaria lectora acude a casa de la anciana, en San Javier, para sumergirse juntas de viva voz en relatos, cuentos y novelas. "Yo lo leía todo pero ya me canso", explica Rita.
La Bibliteca Municipal de San Javier ha lanzado este programa que ya cuenta con una legión de voluntarios lectores. Las tardes de los viernes son para Rita, que lee en los ojos de Esther, mientras la anciana escucha atenta los cambios de voz, la tonalidad de cada frase para cazar las historias del aire y vivirlas como cuando ella misma las leía de las páginas de un libro.
"Me ha gustado mucho leer de todo, hasta los prospectos", cuenta Rita en su silla de ruedas desde el porche de su casa en San Javier. Rita nació en Pozo Aledo y allí pasó su juventud. Sus hijos la tienen como "una mujer fuerte, resuelta, abierta, que siempre nos dio confianza y nos hizo la juventud muy bonita". La recuerdan siempre leyendo libros y revistas, hasta que el paso de los años y, sobre todo, una reciente operación de cadera, le han limitado las facultades.
La voluntaria Esther León será a partir de ahora sus ojos. Rita sentirá los relatos en la voz de Esther. "Tendré una nueva amiga", sonríe.Para empezar, Ether ha elegido unos relatos de Jorge Bucay que la anciana escucha sin pestañear.
Los usuarios que deseen solicitar un voluntario lector para un familiar que no puede leer por sí mismo, pueden solicitarlo en la Biblioteca Municipal de San Javier. Borges y Sartre ya lo hicieron. Cuando los dos grandes escritores se quedaron sin vista, hicieron que les leyeran porque cuando la literatura ha sido el alimento de la vida, ya no se puede vivir sin letras.
