Era de esperar que un día u otro, el muro de humor más exitoso, Cabronazi, con más de 11 millones de seguidores, fijara sus maliciosos y risueños ojos en Monastrellissimo, el vino viral de los vampiros leperos, nacido en San Javier. La leyenda contra el 'postureo' que incluyó el creador del vino, la vinoteca Vinissimo, ha saltado al espacio sideral de Facebook, donde va sumando 'likes' como una locomotora.
Cabronazi -si es que a estas alturas necesita presentación- es la página de humor bestia con más éxito y mayor número de seguidores en las redes sociales. Los promotores lo definen como 'zapping de internet', esa capacidad para compartir un post con suficiente guasa y, sí también, mala leche, que se hace viral por la red a través del planeta.
El caso es que los 'ojeadores' de Cabronazi, 'bicheando' siempre por internet, repararon en una foto de la etiqueta que la vinoteca Vinissimo le pegó a la espalda a su primer vino, con el que ya tuvo su baño de fama nacional a través de preriódicos, radios y televisiones. Solo le faltaba el salto a la audiencia a lo grande, con número de 'likes' y de veces compartido de al menos cinco cifras, es decir, con lo que sueña todo 'marketiniano' dormido o despierto.
Los múltiples comentarios abundan en los vampiros leperos y se ríen de la pose de los supuestamente entendidos, que en definitiva era lo que pretendía el empresario de San Javier: hacer un vino con el que el público sonría, quitar solemnidad a eso de disfrutar de los caldos y, sobre todo, vender un buen vino a un precio asequible.
El texto que ha hecho viral la botella es el siguiente, mitad ortodoxo y riguroso, con el engolamiento de las descripciones enólogas, pero que se rompe de inmediato con el golpe directo al estómago del 'postureo' y de los fingidos expertos, esos que se dan importancia en una cena ante sus amigos:
"Tinto de fuerte color, rojo púrpura intenso con ribetes violáceos, muy expresivo y afrutado en nariz con taninos vivos en boca y con gran estructura. Como si te digo que...unos leperos vampiro de buena familia lo recolectan solo en noches de apareamiento del cernícalo real mientras escuchan a Chiquetete (los leperos). Acto seguido se fermenta en barricas de tungsteno construidas por glamurosos enanos carlistas con crestas de colores. Te lo vas a creer igual".
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