El señor Johansson es un ciudadano sueco que pasa una larga temporada, todos los años en Santiago de la Ribera. De trato agradable y muy educado, siempre con una sonrisa en la boca. Te lo puedes encontrar en el supermercado, paseando por el pueblo o disfrutando de una comida o cena en alguno de nuestros restaurantes. Es uno de tantos nórdicos que acuden a pasar el dulce invierno del Mar Menor, huyendo de las bajas temperaturas de sus países.
Pero Ake Johansson no es un ciudadano cualquiera. Bajdoff, ha sido uno de los mejores centrales del fútbol sueco. Toda una leyenda viva del fútbol mundial con más de 53 partidos internacionales con la camiseta del equipo nacional de Suecia. Ostenta cinco campeonatos nacionales con el club de su localidad de nacimiento, IKF Norrkoping con el que jugó 321 partidos. Al bueno de Ake le brilla la mirada cuando me cuenta su enfrentamiento al Peñarol de Montevideo en un triangular amistoso en Madrid. Fue en ese torneo cuando Santiago Bernabéu se decidió a fichar al gran Alfredo Di Stefano. O como participó en el Mundial de 1958, cuando debutó un muchachito llamado Pelé. Lástima que no pudo participar en la final, donde su selección cayó derrotada por 2 a 5 precisamente frente a Brasil. Parece ser que un tal Bengt “Julle” Gustavsson fue el elegido en esa ocasión para la titularidad del centro de la defensa. También nos narra, con resignación, como no pudo asistir a la Olimpiada de 1956 por haber cobrado cinco euros, eran otros tiempos donde se seguía a raja tabla los principios del barón de Coubertin.
Sin embargo Ake está agradecido al fútbol porque le ha dado muchas alegrías, como el viajar por todo el mundo. Nos recuerda su encuentro con Ingmar Johansson “Ingo”, el mítico boxeador, por las calles de Nueva York, precisamente cuando iba a firmar el contrato para el combate que le convertiría en campeón del mundo de los pesos pesados. Era el año 1958. En su país es una persona muy conocida y a menudo imparte charlas para explicar sus experiencias.
Toda su trayectoria futbolística se desarrolló en el IKF Norrkoping de la Primera división sueca. Desde que le eligieron con once hasta su retirada en el año 1965, cuando contaba con 37 años de edad. Debutó con el primer equipo a la edad de 19 años, siendo su primer partido oficial en 1950 frente al Djargarden de Estocolmo, venciendo por cero a tres. Ake tiene una memoria endiablada, se acuerda de todos los detalles, de todos los partidos. Una sonrisa le delata cuando le pregunto si marcó muchos goles. Creo recordar que me dijo haber marcado tan solo dos, uno desde el banderín de córner al Hammaby de Estocolmo.
Nuestra charla se desarrolló en casa de Anne Margret y Jean Auguste, dos amigos suecos. El tiempo pasó volando, pues Bajdoff me trasladó por distintas épocas, ligas, trofeos, giras por distintos países del mundo. Toda una carrera deportiva donde no ganó dinero pero si experiencias y conocimientos. Ake es jubilado de la Telefónica sueca donde trabajó desde 1946 hasta su jubilación en 1991. Otros contemporáneos suyos vivieron del fútbol, sin embargo para él fue un medio para ampliar horizontes. Durante la conversación me habló de ilustres jugadores suecos como Grenoli, Gunnar Gren, Nils Lidholm, Gunar Nordahl, Lennart Skogland. Confiesa que sus ídolos fueron Puskas y Di Stefano y que sigue con detalle el fútbol español. Y mi sorpresa al saber que también fue internacional de hockey sobre hielo. Todo un caballero del deporte y una gran persona el amigo Bajdof, nuestro querido y admirado vecino que llegó del frio.
A las pocas semanas de este encuentro le propongo a Ake una sesión de fotos en uno de los entrenamientos del Mar Menor. Acepta gustoso y por supuesto se lleva su camiseta con el número 5. Departe con los jugadores y entrenadores del equipo de San Javier. En el reportaje se muestra ese simpático encuentro posando con Paco García y Antonio López y por supuesto con los jugadores.
Texto y fotos: @Pablo Melgar Moreno
Fotos de Ake Johansson de archivo.
