Los centros de buceo proponen nuevos puntos en la Reserva

Naútica
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La aplicación del cupo máximo de inmersiones en la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas sigue dando que hablar. Tanto la Cofradía de Pescadores -impulsora del cupo- como los centros de buceo hacen un balance positivo de los primeros 8 meses tras la implantación del cupo de submarinistas que, desde el pasado junio, limitó a 300 el número de inmersiones en época estival y fijó una tasa por usuario de 3,50 euros.

Los centros que ofertan las inmersiones en la Reserva han tenido que diversificar su oferta para compensar la pérdida de negocio, pero no se conforman: proponen ahora abrir nuevos puntos dentro de la Reserva.

 

Para los pescadores el efecto de la restricción del buceo no podía haber sido mejor: "Nuestras capturas han aumentado un 30%, sobre todo meros, gallinetas, lagostas y corvinas, porque han mejorado las condiciones de la Reserva, que antes estaba masificada", asegura el presidente de la Cofradía de Pescadores de Cabo de Palos, Bartolomé Navarro. Con estos resultados, el portavoz pesquero no quiere "ni oír hablar de ampliar los cupos de inmersiones".

Para los centros de buceo, que temieron el cierre de negocios, no ha resultado tan negro: "Hemos hecho negocio, y el año no ha sido tan malo porque hemos reorientado a los clientes hacia otros fondos", explica David Balcázar, Balky, portavoz de los 8 centros en activo. En las rutas de los submarinistas empezaron a figurar el pasado verano con más frecuencia descensos desde la costa de Cabo de Palos a Cala Reona.

Las tensas relaciones entre los empresarios del buceo y los pescadores se han tornado en colaboración, según confirman ambas partes, por lo que quieren aprovechar este nuevo entendimiento para plantear propuestas conjuntas a la Comunidad Autónoma, que la pasada primavera limitó el acceso al espacio protegido desde 1995. Los picos de 500 usuarios al día en épocas de mayor afluencia han quedado definitivamente atrás y, según confirma Balcázar, sin dejar cadáveres en el camino. "Sí se puede vivir con el cupo, pero con mejoras", afirma el portavoz.

Propone que se abran "nuevos puntos de buceo dentro de la Reserva para diversificar, pero que siga siendo sostenible", aunque asegura que aún no tienen decididas las ubicaciones concretas para las que pedirán una boya de descenso autorizado. Balcázar destaca que "estamos juntos, pescadores y centros de buceo, para mejorar la situación de ambos sectores y contribuir a una Reserva sostenible, porque eso nos beneficia a todos. No queremos abusar económicamente de un recurso".

Por su parte, el representante de los pescadores confirma el diálogo abierto y adelanta que, si bien mantiene firme su negativa a que se amplíe el cupo, piensa apoyar la apertura de un nuevo fondo accesible al submarinismo en la Reserva. "Hay una zona en la que nosotros no faenamos porque tiene un fondo rocoso y las redes se nos enganchan, pero que sería atractivo para los buceadores y restaría presión en la zona habitual de la Reserva", señala Navarro. A pesar de la nueva comunión entre los dos sectores implicados en este espacio marino protegido, Navarro condiciona su postura en la próxima mesa de negociación con la Comunidad Autónoma a que ésta mantenga el número de licencias para pescar en la Reserva.

"No entiendo que hace 8 años había 13 barcos pescando en la Reserva, ahora solo hay 6 y, como se jubila uno de los armadores, no permiten incorporarse a otro", critica el presidente de la Cofradía. Se pregunta si "mi hijo no podrá pescar en el futuro en la Reserva que todos hemos contribuido a conservar".

Más acciones didácticas

El profesor de Ecología de la Universidad de Murcia y responsable del seguimiento científico de la Reserva Marina Cabo de Palos-Islas Hormigas, Juan Antonio García Charton, se inclina más bien por otro camino alternativo a la ampliación de puntos de buceo. "Hay que potenciar las actividades educativas y el voluntariado, en lugar de aumentar el uso hasta su límite último", explica el biólogo. Duda de la viabilidad de un nuevo punto de buceo "porque me pregunto si es bueno extender el impacto a otros lugares de la Reserva". El equipo científico que realiza el seguimiento del estado de la Reserva aún no tiene datos sobre la evolución de los fondos protegidos tras la implantación del cupo.

Defensor de la limitación del submarinismo dentro del espacio protegido, García Chartón alertó el pasado año sobre los indicios de erosión del falso coral por la creciente presión del buceo estacional. Hasta finales de marzo no obtendrán conclusiones sobre la recuperación de los fondos, pero aconseja "no tener una visión miope en el uso de la Reserva". "Una oferta de actividades de voluntariado, como las que ya hicimos con el taller de censo de peces, en las que dábamos información sobre las especies, el hábitat, la técnica, con una salida al mar, funcionó muy bien como oferta pagada por los usuarios", afirma. El profesor de la UMU quiere proponer para este año nuevas actividades orientadas a la educación ambiental y al voluntariado y se ofrece a los centros de buceo para organizarlas. "No deben ir a lo cómodo, que es solo hacer inmersiones, ya que tienen a su alcance un lugar excepecional y único", opina el experto.

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