La necesidad de actuar de forma inmediata para oxigenar la laguna ha unido a ecologistas, ciudadanos y pescadores. Las organizaciones Plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor, la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, Ecologistas en Acción Región de Murcia, la Federación de Vecinos de Cartagena y su comarca y ANSE han hecho frente común para defender las enmiendas al Proyecto de Ley cuya votación tendrá lugar el 1 de febrero 2018 en la Asamblea Regional.
Las cinco organizaciones han convocado un encuentro para el miércoles, 31 de enero en el Edificio Moneo de Murcia a las 19 horas, en el que intervendrán diputados de Ciudadanos, del PSOE y de Podemos, así como representantes de las asociaciones convocantes para exponer las ventajas de 'blindar' el Mar Menor de los focos contaminantes y dar apoyo público a las enmiendas presentadas.
La medida que más controversia ha provocado es la que obliga a destinar el 5% de cada parcela de cultivo a implantar sistemas para reducir la contaminación, como pueden ser filtros verdes, setos de vegetación autóctona, revegetar taludes de embalses o vías pecuarias, lindes de caminos, charcas y humedales. Tampoco se permitirá la ampliación de los regadíos en las 16.000 hectáreas más próximas a la laguna.
Ejemplo de cultivos bordeados de setos de protección, que retienen nitratos, reducen la erosión hacia la laguna y facilitan la agricultura ecológica pues evitan la propagación de plagas y, por tanto, el uso de productos químicos.
El sector agrícola del campo de Cartagena se ha opuesto frontalmente a las medidas urgentes, pactadas inicialmente entre Cs, PSOE y Podemos, con el argumento de que "si no tenemos agua cómo vamos a regar esos setos vegetales", según se quejan algunos agricultores de la zona costera.
La ausencia de planificación de los terrenos productivos más próximos a la laguna y la roturación ilegal de parcelas ha dado lugar a la extrema situación del Mar Menor y a la confrontación de posturas, representadas en dos 'bandos', uno defendido por el sector agrícola y el PP, frente al que apoyan las plataformas de vecinos, los ecologistas y los pescadores, además de un amplio sector de la comunidad científica.
LAS MEDIDAS DE LA POLÉMICA:
Primera. El 5% de cada parcela de cultivo se destinará a implantar sistemas para reducir la contaminación como filtros verdes, setos de vegetación autóctona, revegetar taludes de embalses , tuberías, vías pecuarias, lindes de caminos, charcas y humedales.
Segunda- Reestructuración de las superficies en las diferentes zonas de actuación
- Zona 1: Aumenta su superficie en un 80%
- Zona 2: Aumenta su superficie en un 36%
- Zona 3: Reduce su superficie en un 23%
Las dos zonificaciones barajadas en el debate sobre las medidas urgentes de protección. Las enmiendas prevén una ampliación de la zona 1 con las tierra de influencia de las escorrentías de la Sierra Minera con mayor pendiente y sin dotación de agua del trasvase. Además se extiende la zona 2 a todas las tierras de regadío con dotación del trasvase hasta la cota 120. En la zona 3 quedan los terrenos por encima de la cota 120, de mayor pendiente y sin agua del trasvase. IMAGEN de la Plataforma Pacto por el Mar Menor.
Tercera- Se prohíbe crear nuevas superficies de cultivo y ampliar las existentes.
Cuarta- Se deben restituir a sus condiciones naturales (cultivo de secano o vegetación natural) las parcelas situadas fuera del perímetro de regadío legal.
Quinta- Los nuevos regadíos incluidos en los últimos planes de cuenca tendrán que recuperar pendientes para facilitar la infiltración del agua de lluvia y escorrentía.
Las enmiendas expuestas y el resto del paquete queda a la espera de ser aprobado en el Pleno del 1 de febrero en la Asamblea Regional.
