Algunos ciudadanos no han querido renunciar a su viaje de vacaciones de Semana Santa, aún a costa de llevarse una contundente denuncia, que puede oscilar entre los 600 y los 30.000 euros. Las policías locales de los municipios del Mar Menor llevan desde el pasado sábado poniendo sanciones a los viajeros que llegan con la intención de ocupar sus segundas residencias.
Una veintena de multas ha puesto la Policía local de San Pedro del Pinatar desde el pasado sábado a ciudadanos cuya residencia habitual se encuentra en otras ciudades, como Madrid o Murcia principalmente. En San Javier, durante el fin de semana han tenido que sancionar a 10 personas domiciliadas en Madrid, a 12 con domicilio en otros municipios de la Región de Murcia, y 16 a extranjeros residentes. En Cartagena, donde mantienen una estrecha vigilancia en los accesos a La Manga y Cabo de Palos, las multas a personas desplazadas de otros municipios ha ascendido a 24 este fin de semana.
"Si aún están pensando en venir, deben recordar que no solo corren el riesgo de llevarse una cuantiosa multa, sino que en la denuncia constará su acción irresponsable, y además tendrán que darse la vuelta para volver a su residencia habitual", ha dejado claro el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo. Los ayuntamientos costeros han pedido la presencia de más agentes de la Guardia Civil y unidades del Ejército para reforzar la vigilancia en todos los accesos, ya que temen una nueva oleada de turistas el próximo miércoles. "Y posiblemente hasta el sábado, haya que tener las entradas cerradas", asegura la concejal de Seguridad de San Pedro del Pinatar, Ángela Gaona.
En Los Alcázares, el Ayuntamiento ha colocado carteles con la advertencia de no intentar acceder al municipio, salvo causa justificada. Desde el pasado sábado, el teléfono del Centro Integral de Seguridad no ha dejado de sonar con denuncias de los vecinos que alertan sobre la llegada de residentes temporales a las casas de costa.
En La Manga, ha sido notoria la apertura de chalés que habitualmente se encuentran cerrados en invierno, por lo que los vecinos piden que se blinden los accesos para evitar la propagación del virus. Denuncian también una llegada numerosa de turistas a Cabo de Palos, donde unidades del Ejército han intentado frenar el acceso al casco urbano.
Cartel en Los Alcázares, advirtiendo de la prohibición de acceder al municipio, salvo en casos de fuerza mayor debidamente justificada.
