"El turismo de la Costa Cálida se recupera poco a poco del impacto de la crisis sanitaria originada por la COVID-19", afirma la presidenta de la asociación de empresarios de alojamientos turísticos de la Costa Cálida, Hostetur, Soledad Díaz. El sector hotelero baraja unas perspectivas de ocupación de más de un 50% de cara al próximo mes de agosto.
"Si analizamos la situación actual hay opiniones para todos los gustos. Nosotros somos positivos. Hace un mes y medio no podíamos ofrecer nada, las playas estaban cerradas y nuestra perspectiva de actividad para el verano era casi nula. Afortunadamente la situación ha cambiado porque casi todos los hoteles, apartamentos y campings están disponibles", comenta Díaz.
La portavoz de los hoteleros cree que "no se trata de crear un clima ni de euforia, ni de alarma social, sino de ser optimistas y de difundir que los protocolos se cumplen, y de que el destino es seguro y no está masificado".
"Tenemos dos puntos a favor para atraer a los turistas. En primer lugar que los españoles van a optar en su mayoría por no desplazarse fuera del país, y también que es probable que la temporada turística se alargue hasta los meses de otoño, por lo que es fundamental dar a conocer bondades de nuestra Región, como el clima o la posibilidad de practicar numerosas actividades como los deportes náuticos o el senderismo. Actualmente la ocupación ronda el 45%, esperamos que se estabilice a partir del próximo fin de semana, y que en agosto supere el 50%", afirma la presidenta de Hostetur.
La epidemia no solo ha retenido a numerosas familias en casa, por miedo al contagio en zonas de afluencia turística, sino que ha incrementado el fenómeno de las reservas de última hora a causa de la alerta generada por los rebrotes.
