El edificio 'fantasma' de La Manga será demolido este mismo año. Así figura en los planes del Ayuntamiento de San Javier, queya ha notificado al titular, la mercantil Intramanga Turística, propiedad de la familia Maestre, la subasta de la parcela este mismo año para cobrarse el medio millón que ha acumulado en deudas por recibos de IBI impagados desde 1974.
"Ya no hay marcha atrás", explica el alcalde, José Miguel Luengo, quien adelanta que "el comprador solo podrá construir allí un hotel, tanto si la demolición la hace por su cuenta como si la hace el Ayuntamiento y luego la vende".El derribo se realizará de forma controlada y dejará libre una parcela de 20.000 metros cuadrados que ha estado ocupada durante décadas por una estructura de hormigón, ya inutilizable, que ha servido tan solo de refugio para los roedores y la peor imagen turística.
Si una empresa privada puja lo suficiente en la subasta y obtiene la propiedad, el Ayuntamiento le enviará la orden de demolición para que proceda a financiar el derribo. Si la subasta resultara desierta, el Ayuntamiento se quedará con la parcela para cobrar la deuda acumulada, por lo que podrá realizar la demolición de forma directa y ponerla a la venta para uso exclusivo como hotel.
La desaparición de esta mancha de cemento en medio de la mayor zona turística de la Región formará parte de la transformación de esta zona central de La Manga, donde ya se fragua una operación de compra del Doblemar, el mayor hotel de la Región, con unas 500 habitaciones, cuya reapertura revitalizará la economía local. El PGOU ha reservado además cuatro parcelas en La Manga para la creación de hoteles, que han dado lugar a alegaciones de los propietarios que esperaban mantener el uso residencial de sus terrenos.
"Queremos un destino turístico sostenible, de calidad, que es la única manera de competir con destinos cercanos, ya que Calviá tiene 65.000 camas hoteleras y la Costa Cálida algo más de 6.000", indica el concejal de Turismo de San Javier, Antonio Martínez.A la lista hotelera se suma la parcela del antiguo hospital Los Arcos y otra más en el paseo marítimo de La Ribera cuyos propietarios han solicitado el cambio de uso para construir un hotel frente al Club Náutico.
