Bandera roja en la playa de El Espejo de Los Alcázares. Hasta nueva orden, este tramo de costa urbana permencerá cerrado al baño tras comprobar que los análisis realizados de las aguas no son aptas para el baño. La rotura de una tubería de saneamiento ha provocado un vertido de aguas fecales que ha aumentado los índices de Estreptococos y E coli.
Al filo de culminar agosto, aún con numerosos turistas en las playas del Mar Menor, la ritura de una tubería no habría posido ser más inoportuna, aunque desde luego no ha sido fruto de la casualidad. Los responsables municipales vinculan la avería con las graves inundaciones del pasado invierno, cuando las lluvias torrenciales anegaron las calles y el subsuelo del casco urbano. "Tenemos el alcantarillado de Los Alcázares fatal porque se acumuló gran cantidad de barro, que sigue ahí, y es muy posible que las recientes lluvias de esta semana hayan contribuido a colapsar la tubería", explica el concejal de Seguridad, Nicolás Ruiz.
El edil asegura que mañana, viernes, los técnicos de la Comunidad Autónoma realizarán nuevos análisis y, en función de los resultados, decidirán si se autoriza el baño o no. Algunos bañistas han asegurado que les extrañó esta mañana que el agua estuviera tan turbia, pero fue cerca del mediodía cuando los socorristas de la playa alertaron a los turistas con silbatos para que salieran del agua. A continuación instalaron vallas y señalizaciones para impedir el paso.
