Los Alcázares, entre la espada y la pared

Los Alcázares
Fuente

ANTONIO ZAPATA. Los Alcázares ha sufrido la mayor tragedia de su historia. ¡Quién nos iba a decir que esto iba a tener lugar tres años después de las desastrosas inundaciones de diciembre de 2016! Pero si el presente es desolador, el futuro se presenta sombrío.

Por el lado de tierra, el municipio sufre la amenaza de unas ramblas que confluyen en el centro del municipio y que, cual espadas de Damocles, penden sobre nuestras cabezas y posesiones. Unas ramblas cuyos cauces son irreconocibles en ocasiones, modificados por la urbanización y por la agricultura intensiva. Unas ramblas cuya potencia y materiales arrastrados solo se explican por una suma de malos usos y falta de planificación en la actividad urbanística y agrícola del Campo de Cartagena.

Por el lado del mar, la situación no es mucho mejor. El estado del Mar Menor era muy complicado antes de las riadas. Que nadie nos venda la moto de que el problema de nuestro mar son las inundaciones. No, señores, el Mar Menor está amenazado por esos mismos malos usos que aumentan la devastación de las inundaciones, por esa misma ausencia de planificación de las últimas décadas.

Alguien apelará a lo inapelable: vivimos en un clima mediterráneo, y lo hacemos en el fondo del vaso de la comarca. Sí, es cierto, las gotas frías, las inundaciones, no son algo que se pueda evitar. Si Felipe II no pudo derrotar a los elementos no lo vamos a hacer nosotros, ¿verdad? Pero aquí no se trata de evitar lo inevitable sino de minimizar sus efectos. Se trata de evitar que cualquier gota fría sea sinónimo de riada destructiva. Recordemos que en 2017, con apenas 80 litros, la rambla volvió a campar a sus anchas por el centro del municipio.

Los Alcázares, y con ellos otros núcleos hermanos de las orillas del Mar Menor, estamos rodeados. Allá donde se hermanan la tierra y el mar estamos nosotros. Este enclave, siempre privilegiado, nos sitúa hoy entre la espada y la pared. Quienes vivimos y/o disfrutamos y/o amamos las orillas del Mar Menor, nos encontramos en el momento de pelear nuestro futuro, y para ello solo nos queda la movilización. Unidos y todos a una, cual Fuenteovejuna, como hemos demostrado estos días. Reivindiquemos nuestro futuro con la misma intensidad y constancia con la que hemos rastrillado y limpiado nuestras casas y calles. Sabemos que por mucho barro que haya en la superficie, con unión, constancia y unas pocas herramientas, se logra volver a ver el suelo.

Antonio Zapata es historiador, profesor y cofundador de la asociación Los Alcázares EcuCultural. 

28,10,0,50,1
600,600,60,0,3000,5000,25,800
90,150,1,50,12,30,50,1,70,12,1,50,1,0,1,2000
Powered By Creative Image Slider
leer más
leer más
leer más
leer más
leer más