Sacar la base militar del letargo y el abandono al que ha sido sometido durante décadas. Es el objetivo del alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, que ayer pidió a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en su segunda visita al municipio costero tras la gota fría, que "realice las reformas necesarias para destinar a Los Alcázares una unidad militar permanente o que ceda las instalaciones al Ayuntamiento para darle otra función que suponga vida y riqueza para el municipio".
Como prioridad, el alcalde quiere que los terrenos del antiguo aeródromo de Los Alcázares se protejan para que no se pueda construir. El siguiente paso será la reforma y rehabilitación del acuartelamiento que fue la primera base de hidroaviones de España.
La pasividad del Ejército del Aire con respecto a la base alcazareña ha dado lugar a un daño irreparable en los históricos edificios. Si ya antes de sufrir los efectos de la gota fría, las edificaciones militares ya se encontraban en un estado ruinoso, con suelos hundidos y grietas en los techos, tras las severas inundaciones de la pasada semana, resultará casi imposible su recuperación. De hecho, dos edificios cuentan ya con una orden de demolición, uno de ellos el pabellón de oficiales, que representa uno de los símbolos de la historia nacional de la aviación.
Vista de la base aérea de Los Alcázares en los años treinta.
No es la primera vez que el Ayuntamiento solicita la cesión de la base militar para sacarla del olvido, aunque el Ejército del Aire siempre se negó, escudándose en que varias unidades emplean sus instalaciones para entrenamientos y concentraciones, como la guardia real. La realidad es que la falta de mantenimiento la ha dejado languidecer durante décadas, prácticamente desde que la victoria franquista fomentó la actividad de la base aérea de La Ribera, que mostró durante la Guerra Civil su adhesión al bando nacional con un levantamiento que fue sofocado por las tropas republicanas, en detrimento de la base de Los Alcázares, que se mantuvo fiel al Estado democrático.
"A día de hoy se desconocen los motivos por los que se descartó compartir con el Ejército las instalaciones con las que ya contaba la aviación militar en Los Alcázares, de idéntico propósito, más cercanas a Cartagena, y plenamente operativas en esa fecha, aunque una de las razones podría ser la falta de espacio físico, ya que la de Los Alcázares era una base bastante apretada, que hubo incluso que ampliar hacia el casco urbano", explica el coronel Pablo Meroño en su libro 'La aviación y el Mar Menor'.
Hace cuatro años, el Ejército del Aire ya derribó los históricos hangares donde el infante de Orleans, Ramón Franco y otro pioneros de la aviación española guardaban los hidroaviones. Solo la asociación Los Alcázares EcoCultural ha intentado divulgar y poner de realce el valor histórico del aeródromo, organizando visitas culturales, aunque no siempre logró autorización.
Ni siquiera con motivo del centenario del primer vuelo de un hidroavión militar en España, que se produjo en 1915 y dio lugar a actos conmemorativos en 2015, logró salvar del olvido el recinto costero. Cualquier intervención municipal en ayuda de la base militar, ha recibido una rotunda negativa por parte de los mandos militares.
Ayer, el alcalde de Los Alcázares reiteró esta petición a la ministra Robles, que paseó por la base para comprobar su mal estado. "La he visto receptiva, pero el problema es que dentro de un mes vuelve a haber elecciones y no sabemos si ella seguirá siendo la ministra de Defensa", explica el regidor.
Cervera ha solicitado al ministerio una “reivindicación histórica”. “Para Los Alcázares es importante que se lleven a cabo las obras de reforma y acondicionamiento necesarias para recuperar una unidad militar permanente”, ha comentado el regidor, quien insiste en que "si el uso no puede ser militar, desde Los Alcázares solicitamos la cesión de las instalaciones para darle otra función que suponga vida y riqueza para el municipio".
