Una enemistad crónica entre dos vecinos de Los Narejos pudo acabar de la peor manera si no hubiera intervenido la Policía local de Los Alcázares. Tres agentes fueron necesarios para reducir y esposar a un hombre, de nacionalidad portuguesa, que salió a la carrera, armado con un hacha, para agredir a su vecino.
Alrededor de las 10 de la noche del pasado domingo, en una urbanización de Los Narejos que concentra residentes de diversas nacionalidades. El agresor no lo pensó dos veces y, bajo los efectos del alcohol y de las drogas como se encontraba, salió a la carrera, descalzo y en calzoncillos, en busca de su vecino, con quien mantenía una confrontación manifiesta desde hacía tiempo.
Empuñaba un hacha con la intención de atacar a su vecino, quien hubiera acabado seriamente herido si no intervienen los policías en la trifulca vecinal, que según fuentes policiales se venía agudizando desde tiempo atrás.
Otro vecino alertó a la Policía sobre la trifulca. Cuando la patrulla llegó se encontró al hombre con el hacha en las manos. Le pidieron varias veces que la soltara para evitar heridos, pero no hizo caso, por lo que los guardias tuvieron que armarse de valor, abalanzarse sobre él y quitarle el arma.
Tres agentes hicieron falta para reducir al agresor en pleno ataque de cólera y afectado por el alcohol y las drogas. Sin causarle heridas, los agentes lograron reducirlo e inmovilizarlo en el suelo para arrebatarle el arma y ponerle las esposas.
El detenido fue trasladado a disposición judicial por un supuesto delito de amenazas con arma blanca.
En Los Narejos se ha producido también esta semana el incendio por vandalismo de dos vehículos, lo que precisó de la intervención de los bomberos del Parque de Los Alcázares.
