El Mar Menor reflejó hoy la silueta de los aviones más potentes del mundo. Desde el potente Harrier al flamante Airbus A400, el festival aéreo organizado con motivo del 30 aniversario de la Patrulla Águila incluyó todo un desfile de ases del cielo. Las patrulla acrobáticas francesa e italiana despertaron la mayor expectación a lo largo de la playa de Santiago de la Ribera, invadida por miles de seguidores.
Desde la orilla del Mar Menor, el público pudo seguir las impresionantes pasadas del Eurofighter y el F-18, aunque la mayor ovación se la llevó el Harrier, que realizó una demostración de su parada en el aire, para despegar después hacia las alturas. Frente a la potencia de los modernos aviones, la nostalgia de los Dornier y Bucker simbolizó un homenaje a los vuelos de principios del siglo XX en los albores de la aviación.
Arriesgadas piruetas en el aire realizó el piloto civil Jorge Macías a bordo de su avioneta, con la que dibujó tirabuzones y toneles en el aire. No menos emoción puso la 'Wing walker' española Ainhoa Sánchez, quien saludó al público desde lo alto de su avión, sentada sobre el plano. Rompiendo el aire con su propio cuerpo, la acróbata levantó aplausos con su looping.
Los más esperados, la Patrouille francesa y los Frecce Tricolori italianos ofrecieron un espectáculo que combinó emoción y belleza, con maniobras al límite de los aviones Alpha Jet y cambios de formación perfectamente sincronizados, como en una danza perfecta. El recibimiento más emotivo sin duda fue para la patrulla anfitriona, con sus siete pilotos formando el número 30 en el cielo para celebrar las tres décadas de existencia de los Águila.
La patrulla acrobática de paracaidistas Papea cerró el festival con curiosas formas en el cielo y perfectos aterrizajes.
