Los aviones Pilatus PC-21 desfilaron ayer, lunes, por primera vez en la entrega de los Despachos de teniente a los nuevos oficiales del Ejército del Aire, que se celebró en la Academia General del Aire. En la base de Santiago de la Ribera se encuentran ya los 24 aviones turbohélice que el Ministerio de Defensa compró al fabricante suizo y que ya el próximo curso se convertirán en el avión de entrenamiento para desplazar a los C-101 que agotan su tiempo de vida.
La 78 promoción recogió ayer los Despachos de teniente en el acto más solemne del año en la AGA, aunque por primera vez se vetó la entrada a la prensa, supuestamente por orden del Ministerio de Defensa. Los Reyes no asistieron a la cita de final de curso en la escuela de pilotos del Ejército del Aire, así que la ministra de Defensa, Margarita Robles, presidió el acto.
Un momento especialmente emtivo llegó cuando la ministra Robles le entregó el Despacho de teniente a la madre de Rosa Almirón, la alumna que perdió la vida en 2019 durante un vuelo de entrenamiento con su profesor Daniel Melero en aguas del Mar Menor. La que era por entonces alférez alumna se tenía que haber graduado ayer con el resto de sus compañeros.
Otro hito hizo ayer recordar a los fallecidos en los accidentes aéreos de 2019 y 2020. La patrulla Águila volvó con su formación completa en los últimos C-101 que permanecerán en activo, ya que el resto han sido retirados por completar su vida útil. El nuevo 'solo' de la patrulla Águila, el que realiza habitualmente las acrobacias más arriesgadas, es otro murciano, el capitán Rafael González Marín, que ocupa el puesto de Águila 5 en la formación.
La ministra Robles entrega el despacho de teniente a la madre de la alumna Rosa Almirón, fallecida en 2019 en vuelo de entrenamiento. Fotos: AGA.
La patrulla Águila sobrevuela el recinto militar ante las autoridades militares y civiles.
Un momento de la entrega de los Despachos de oficial a los nuevos oficiales del Ejército del Aire.
