La formación acrobática vuelve a las nubes ya con todos sus pilotos, tras perder a los dos últimos 'solos' en los siniestros que conmocionaron al estamento militar y a toda la sociedad local. Ayer volvieron a despertar admiración con su participación en la entrega de los Despachos de oficial a los alumnos de último curso en la Academia General del Aire, de Santiago de la Ribera.
El nuevo 'solo' de la patrulla Águila, el que realiza habitualmente las acrobacias más arriesgadas, es otro murciano, el capitán Rafael González Marín, que ocupa el puesto de Águila 5 en la formación. En la temporada anterior la patrulla ha realizado solo alguna exhibición, como la del pasado septiembre en Italia o el vuelo en Huesca el en día de las Fuerzas Armadas.
Para la próxima temporada tiene previsto ampliar su calendario de intervenciones aéreas en los principales festivales del mundo, como realizaba antes de la pandemia y de las dolorosas pérdidas de sus dos pilotos, Francisco Marín y Eduardo Garvalena, en 2019 y 2020 respectivamente.
Lo hará con la nueva formación:
Como Águila 1 el capitán murciano Miguel Abad Ibabe, como Águila 2 (punto derecho) el capitán Juan Carlos Márquez Noriego y en el puesto número 3 (Punto izquierdo) el comandante Iván Morales, nuevo en la formación.
El Águila 4 o 'Perro' estará el capitán Javier Linares. Como Águila 6 actuará el actual jefe de la Patrulla, el comandante José Javier Sánchez Martín. Y el Águila 7, otro murciano, concretamente de Beniaján, el capitán Alberto Marín Delgado. Como reserva se encuentra el capitán Javier Ruiz. El 'speaker' de los Águila sigue siendo el capitán Luis Verjano.
Los Águila serán los únicos que se sitúen a los mandos de los C-101, ya que el nuevo avión de entrenamiento Pilatus, recién adquirido al fabricante suizo, será el que utilicen los profesores de la Academia General del Aire para instruir a los alumnos en las clases de vuelo. La Tamiz seguirá siendo el avión de instrucción durante los dos primeros cursos.
La AGA ya cuenta con los 24 Pilatus (ECO-27) adquiridos en Suiza. El cambio a un nuevo sistema de enseñanza de vuelo ha supuesto una transformación en la base de San Javier, donde han tenido que incorporar modernos dispositivos digitales, entre ellos un avanzado simulador de vuelo.
