La lonja de Lo Pagán funcionó ayer todo el día para dar salida a 18.768 kilos de doradas

San Pedro del Pinatar
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El Mar Menor hizo ayer otro de sus generosos regalos. El cambio de tiempo, con la confluencia del viento Mistral del noroeste y la luna en cuarto creciente, propició de nuevo la migración masiva de doradas hacia el Mediterráneo, lo que llenó las redes de los pescadores con 18.768 kilos, casi tres mil kilos más que el año pasado. La lonja tuvo que funcionar todo el día para no parar la venta, algo que solo sucede una vez al año con 'la racha' de noviembre.

 

Así pasa desde que la memoria le alcanza a los pescadores. Un día cualquiera de noviembre, cuando suele virar el tiempo en el Mar Menor, las doradas salen del letargo del largo verano en la laguna y ponen rumbo  hacia las golas para salir a la mar mayor en masa, como si hubiera sonado la campana del recreo. Las paranzas de los pescadores las esperan. Este sistema de pesca ya fueideado hace ya un siglo en el Mar Menor a imitación de las antiquísimas encañizadas y siguen cumpliendo con eficacia. Los peces se cuelan sin querer en esta trampa cuadrangular de redes y ahí permanecen vivos hasta que los pescadores los recogen coleando y con la tripa limpia.

'La racha', como llaman los pescadores a este movimiento masivo de doradas, llenó ayer de cajas de doradas la lonja de Lo Pagán, que estuvo en funcionamiento hasta pasadas las 7 de la tarde, algo que solo pasa una vez al año. "Esperamos que esta buena 'racha' compense la campaña de langostino que ha sido tan floja, porque hemos cogido en toda la temporada menos kilos que en un día de primavera", explica el presidente de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, Juan Tárraga.

De septiembre a noviembre, las redes han enganchado 3.967 kilos de langostino y, aunque la campaña de otoño suele ser más discreta que la de primavera, la diferencia se acrecienta este año, ya que en junio se saldó la mayor captura histórica del crustáceo con 20.581 kilos, cuatro veces más de lo habitual. Los pescadores no esperan que la presente campaña dé más de sí una vez que el termómetro amenaza con bajar, algo que al langostino le gusta menos que encontrarse cerca la boca de sierra de una lubina. El langostino otoñal no será más que un 'pico' anecdótico en las cifras del balance de este año.

Como era de esperar, los precios bajaron ayer en picado con el aluvión de doradas. A 2,80 euros se pagó el kilo de dorada en la subasta, un bajo precio que se ve compensado con las grandes cantidades de pescado que se capturó en un solo día.

'La racha' no se volverá a repetir con la misma fuerza hasta el próximo año, pero durante toda esta semana las doradas rebosarán en los mostradores. Si el consumidor espera el mejor momento para cocinar a buen precio recetas de jugoso pescado blanco, guiso marinero o caldero, esta es la semana.

"Es una sorpresa ver al final del día la cantidad que se recoge. El día sí se va intuyendo con el cambio del tiempo", explica Tárraga, quien espera que la primavera tenga preparada otra buena sorpresa para los pescadores. "Este pescado que cogemos hoy -por ayer- tiene dos años de vida, pero la abundancia es un espejismo, porque hay que pensar en que haya suficientes huevos para que cuajen en primavera y tengamos pesca los próximos dos años", se adelanta el patrón mayor al futuro de su Cofradía.

FOTO: Imagen inédita de la lonja de Lo Pagán, en pleno funcionamiento al caer la noche cuando habitualmente está ya cerrada.

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600,600,60,0,3000,5000,25,800
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