Miles de peces muertos han aparecido hoy, sábado, en la orilla de Lo Pagán. Anguilas, chirretes y doradas de pequeño y gran tamaño han llegado a la orilla como una ola siniestra, que revidencia el estado de gravedad que atraviesa el Mar Menor. La falta de oxígeno que aqueja la salud de la laguna, agudizada por los aportes de barro de la gota fría, ponen en serio peligro el ecosistema más valioso y singular de la Región.
Los pescadores ya habían notado en los últimos días que ni siquiera en las zonas profundas la pesca era igual que antes. Al tirar de las redes, algunos pescadores han encontrado una cantidad de peces muertos como nunca hasta ahora. Se iban salvando los de mayor tamaño, ya que su elevada movilidad les permite buscar las zonas con más oxígeno, aunque esta mañana el tramo de playa de La Mota que va del molino de Quintín al de la Calcetera ha aparecido sembrado de doradas adultas, algunas de ellas dando las últimas bocanadas. Un espectáculo penoso para los turistas que se encontraban en la orilla durante la mañana festiva.
En las playas de San Pedro del Pinatar se ha izado la bandera roja para evitar que los bañistas entren en el agua. Las autoridades han advertido además del peligro de consumir los peces muertos, ya que podrían llevar varios días a la deriva.
El consejero de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Antonio Luengo, ha atribuido el fenómeno de los peces muertos a "las consecuencias de la DANA". "Ese episodio de lluvias que no ha tenido precedentes en la Región, está teniendo consecuencias catastróficas para el medio ambiente", señaló Luengo esta mañana en la playa de Lo Pagán.
El consejero explica que la falta de oxígeno ha llevado a los peces a buscar la orilla. Las lluvias del pasado 13 de septiembre provocaron las mayores inundaciones que se recuerdan en la Región, lo que arrastró hasta el Mar Menor toneladas de barro y materia orgánica. Según Luengo, "es urgente bajar el nivel del acuífero", para lo cual considera conveniente el bombeo de la rambla del Albujón. El consejero asegura que ha solicitado al Ministerio "medidas urgentes que garanticen el equilibrio del ecosistema".
Los agentes medioambientales ya han comenzado a retirar los peces muertos de la costa, mientras que los técnicos realizan tareas de monitorización de los niveles de oxígeno de las aguas. Por su parte, Luengo considera que "es posible que un episodio así vuelva a repetirse" y apeló a que "todas las administraciones tenemos que trabajar de forma coordinada para llevar a cabo lo antes posible su recuperación".
La Delegación del Gobierno ha informado además de la intervención del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que ha tomado muestras del agua y de los peces para analizar y que se instruyan las diligencias oportunas.
