Nadie pescará hasta enero en el Mar Menor. Esta veda general sin precedentes responde a la decisión que tomó ayer pot unanimidad la Asamblea General de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, que engloba a los 150 pescadores que faenan en la laguna.
Nadie pescará hasta el próximo año, cuando se revisará la decisión en función de la evolución que tengan las aguas en los próximos meses, ya que tampoco se ha descartado una ampliación de la moratoria durante el primer semestre de 2020. El estado de los caladeros y la respuesta del mercado con respecto a la confianza que vuelva a generar el pescado del Mar Menor tras el impactante episodio de las toneladas de peces muertos en las orillas de Lo Pagán, condicionarán las decisiones sobre el sector a principios de año.
De momento, el presidente de la Cofradía, Jesús Gómez, respira tranquilo después de decidir dar ese descanso al frágil ecosistema y, sobre todo, tras haber asegurado el sustento de las familias de los pescadores durante las próximas semanas. La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente se ha comprometido con el patrón mayor a indemnizar a los pescadores con el 50% del lucro cesante del último trimestre del año, calculado sobre la facturación de este periodo a lo largo de los últimos años. La compensación económica por la degradación de esta fuente de materia prima, hasta tal punto que ha hecho imposible la continuidad de la actividad laboral, asciende a 535.000 euros, ya que habitualmente la Cofradía factura en el tercer trimestre 1.070.000 euros.
Durante este periodo, la Cofradía registra la mayor parte de sus ingresos anuales, debido a que en noviembre se produce cada año esa explosión de capturas de dorada conocida como la 'racha' y continúa la campaña de la anguila, con la habitual exportación a otros países europeos. Las dos especies se esperan como un maná en el Mar Menor después de los meses más flojos del verano. De hecho, los pescadores se encontraban ya realizando los preparativos para la el aluvión de capturas de noviembre, cuando sobrevino la ola de peces muertos, que la Comunidad ha atribuido a la entrada de agua dulce a causa de la DANA. El desastre ambiental ha cortado de golpe además la temporada del langostino, que supone otra de las inyecciones económicas del sector del Mar Menor.
"Es un problema que no hemos provocado nosotros, pero las familias de los pescadores necesitan tener ingresos", explica Gómez. "Por eso no me gusta llamarlo ayuda, sino compensación por los daños causados, ya que siempre esperamos esta temporada como agua de mayo para cubrir los agujeros que los otros meses dejan en las cuentas de los armadores, ya que trabajamos en un medio marcado por la inestabilidad", explica el patrón mayor.
La Cofradía retomará esta semana las negociaciones con el Ministerio de Transición Ecológica para obtener el otro 50% de las pérdidas de la temporada. Los pescadores podrán participar en los trabajos de limpieza del mar, que la Comunidad les remunera con 100 euros diarios para el pago del combustible y demás gastos.
FOTO: Los pescadores llenan estos días el muelle de redes que han recogido de los caladeros.
