Poca cosa...

¿Absuelta? De ningún modo. La infanta ha sido  juzgada y condenada social y moralmente por los españoles, y también por los jueces, que entienden que se lucró de los dineros estafados por su esposo a las arcas públicas y por ello la condenan a indemnizar. La cruda realidad y el sentimiento generalizado :Que nació y se crió con privilegios que la mayoría de los españoles jamás conoceremos  y no supo ser agradecida. Miró hacia otro lado y se lucró, y que por ello no ha sido debidamente ajusticiada.

Quizá deberíamos fijarnos más en Urdangarín, que tampoco supo ser agradecido con lo que la vida le deparó al contraer matrimonio con la Infanta.¿Le pudo la ambición?¿ansia de protagonismo?¿Ser algo más que el marido de la infanta? quizá eso y mucho más..., pero nada extraño o diferente a lo que muchos buscan: Lucrarse rápidamente y ascender en la vida social siguiendo el fiel ejemplo de lo que tantas revistas del corazón nos han vendido durante décadas. 

Dicho esto, y sin quitar un ápice a lo anteriormente expuesto,me llama poderosamente la atención de cómo la misma sociedad que antes los adoraba y no le importaba que tuviesen casa de SEIS millones de euros( 1000  millones de pesetas) e infinidad de privilegios, ahora los quieran a los pies de los caballos.

Simplemente, y lo digo como muy poca cosa, se les pedía decoro, buenos modales, respeto y apariciones públicas por aquí y por allá para dar elegancia y glamour a ciertos rincones de España y parte del extranjero. Su presencia era síntoma del buen gusto y recato...Ahora parece poca cosa ¿Verdad?

No se si aprenderemos como sociedad madura que pretendemos ser, que debemos elevar el nivel de exigencia con aquellos que ostentan un privilegio o un poder;que no podemos ser conformistas con aquello que nos muestran y que nos intentan marcar como ejemplo a seguir simplemente porque sí.

Quizá lo llevemos en nuestro ADN, pero yo espero que la próxima vez, si ,la próxima, no nos contentemos con tan poca cosa...