Médicos Sin Fronteras con los refugiados sirios

“Los refugiados dicen haber huido de diversas poblaciones sirias después de que se supiera que la frontera se había reabierto tras permanecer sellada durante meses”, explica Paul Yon, coordinador general de MSF en Dohuk (Irak), quien añade: “La mayoría dice haber huido de la ciudad de Al-Malikiyah y sus alrededores después de los ataques aéreos que se registraron hace unos días”.
En el lado iraquí de la frontera, los equipos de MSF han realizado más de 200 consultas entre los refugiados que están esperando llegar a Erbil y Sulaymaniyah. “De momento no hemos identificado ningún problema médico grave”, explica Yon. “La mayoría de los pacientes son niños, embarazadas y madres que sufren deshidratación moderada debido a las grandes distancias que han tenido que recorrer o al tiempo que han estado esperando para cruzar la frontera. También estamos viendo muchos casos de asma”, resume el coordinador general.
Los equipos de MSF están ofreciendo además atención médica a los pacientes que deben ser trasladados a hospitales. Ayer, dos heridos cruzaron la frontera y fueron transportados en ambulancias de la organización médico humanitaria al hospital de Dohuk.
En el lado sirio, un equipo de MSF trabaja sobre el terreno desde el 18 de agosto y ha abastecido de agua a 6.200 personas que estaban esperando para cruzar la frontera. En los próximos días llegarán nuevos refuerzos para poder continuar con la labor iniciada y ampliar actividades.
“Estamos preparados para mover los puestos de salud donde sea necesario y atender las necesidades de la población de la mejor manera que sea posible”, dice Yon. MSF tiene previsto empezar en breve las consultas para los refugiados establecidos en los campos de la provincia iraquí de Erbil.

Texto y fotos: Médicos Sin Fronteras