Hincarle el diente al divo George Benson podría parecer un sacrilegio. Lejos de animar a una experiencia caníbal, en López Bar (plaza de España de San Javier) se han inspirado en la música de grandes genios que han pasado por el Festival de Jazz de San Javier para crear una carta de tapas con los sabores intensos de los solos de guitarra de Benson, el swing de Wynton Marsalis o el blues de Keb Mo.
Con la comunidad jazzera de capa caída por la mudez del Festival de Jazz de San Javier, los hermanos López, Andrés y Javier, han ideado este homenaje gustativo a las memorables noches de concierto en julio. "A estas alturas ya habríamos vividos varias noches de música en directo, por eso queremos mantener vivo el jazz", afirma Javier López.
Los hermanos López, Andrés (izqda) y Javier (centro) junto al alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, quien elogió la iniciativa gastromusical.
¿Pensaba que Van Morrison es el irlandés más agrio y duro de pelar? Pues en la carta del mes de julio, el 'león' de Belfast se convierte en una gyoza de gamba, y cuando pidamos un Wynton Marsalis nos traerán sashimi de atún rojo con perlitas de soja, juzu, wasabi y tomate, una elegante combinación acorde a la etiqueta del swing del maestro.
El inolvidable John Fogerty, que llenó el auditorio de San Javier de fieles seguidores de la Creedence Clearwater Revival, se traduce en una croqueta de pollo con corazón de curry para evocar las vetas sureñas del cancionero americano.
Las gyozas de gambas Van Morrison. Arriba, junto a la carta de tapas jazzísticas, la ensalada Chucho Valdés, de tomate 'partío' con hueva de mújol.
El legendario Gary Moore, que demostró su poderío a la guitarra en San Javier tres años antes de morir, se convierte en una ensalada con helado de queso de cabra y nueces. Para degustar a Chicago, sus seguidores pueden paladear el sashimi de atún rojo, alga wakame y helado de wasabi, que revela la devoción de Andrés López por la banda estadounidense.
Si se perdió el concierto de Willy Deville y su voz de ultratumba en 2007, puede saborear el bocado intenso del quedo de cabra con miel. Para homenajear a la banda de Mike Scott, The Waterboys, combiene degustar los raviolis de foie a la pimienta. Y así, una larga lista de gigantes del jazz, el rock y el blues, entre los que los seguidores no sabrán cuál elegir. ¿Nos comemos un Chic Corea o un Chucho Valdés, dos pianos celestiales?
Unos pinchos John Fogerty para compartir con aficionados a la música.
Fieles al jazz. A falta de conciertos, algunos de los seguidores del Festival acudieron a descubrir los sabores de López Bar. De izquierda a derecha, Pedro López, los fotógrafgos Rafael Mellado y Goyo Villanueva; el diseñador de la cartelería del Festival, Ramón Torres; Kino, uno de los históricos organizadores de Jazz San Javier; y Javier López, de López Bar, con su padre Javier.
