Una vendedora de algodón dulce, un albañil, un niño travieso que hace caer de bruces al vendedor de huevos...escenas entrañables del Belén del Cuco, un montaje monumental que se puede ver en Santiago de la Ribera. Recomendable recrearse en el tono costumbrista de las escenas.
Procedente de una familia de pescadors, Salvador Navarro Espejo, conocido como 'El Cuco', no podía dejar de integrar en el paisaje búblico una escena marinera. Allí está el molino y la barca, las redes y el trabajo esforzado de los hombres de la mar. Este Belén popular tiene una extensión de 32 metros cuadrados y cuenta con más de 300 figuras realizadas por artesanos murcianos como Viuda de Galán, Jesús Griñán o Artesanía Ramírez. Realizado a base de poliespan, yeso y musgo natural, destaca de otros belenes populares en la recreación del detalle singular, como la viveza del mercadillo, en la que una inédita vendedora de algodón dulce destaca del resto como una extrapolación temporal. La reproducción de la naturaleza permite seguir la vida de este poblado a escala y reparar en una partida de cartas en el interior de una posada, o comprobar el trabajo del albañil.
