Por Pablo Melgar Salas. Blog Kilometr0
Soy un niño del Mar Menor. ¿No conoces el Mar Menor? Entonces te llevaré al Paseo de mi pueblo, al Paseo de Santiago de la Ribera. Solo tenemos que dejarnos llevar por la pendiente y nos daremos de bruces, sin enterarnos, con ese ingente espejo líquido en el que todo el que se asoma se ve reflejado como un ribereño.