Un paisaje de libro: ruta histórico literaria por Los Alcázares

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Pisar escenarios de libro frente al Mar Menor es para turistas que no quieren terminar nunca su viaje. Conocen, escuchan al guía y fotografían como otros visitantes, pero al marchar siguen su ruta en las páginas que inventaron autores sobre los escenarios reales ya conocidos. Al historiador Antonio Zapata, que guía a los visitantes por la ruta histórico literaria de Los Alcázares, le suele pasar también al revés: recibe a visitantes que ya pisaron de forma imaginaria los escenarios que recorren de su mano.

 

Este fin de semana ofrece una ruta por los secretos y misterios de la base de hidroaviones (sábado, 12 horas) y un paseo por los escenarios de libros (domingo, 12 horas) acompañado por algunos de sus autores, que leen algunos de sus pasajes literarios justo en el espacio donde ocurrieron o fueron evocados. Una experiencia de lujo para los amantes de la literatura y la historia.

La ruta empieza en el paseo de La Concha, desde donde el historiador busca la orilla marítima de la base militar de Los Alcázares, la primera que hubo en España de hidroaviones en el primer cuarto del siglo XX, para recordar 'Un Curtiss en el cielo', de Luis Manzanares. El escritor pachequero evoca en ese relato histórico el primer vuelo de un hidro militar, hito histórico que se produjo en el Mar Menor aunque, como recuerda Zapata, la historia real no es siempre como nos la cuentan. A pesar de que la fecha histórica ha quedado en la memoria como el 12 de diciembre de 1915, con el teniente de caballería Roberto White Santiago a los mandos del primitivo hidro, fue en realidad unos días antes, el 22 de noviembre cuando se produjo el primer vuelo. "Parecía más patriótico que quedase para la historia aquel hito protagonizado por un oficial del Ejército español, que como en realidad fue, un piloto de la Curtiss Aeroplane Co., Albert J. Engel", explica Zapata.

 

La base de Los Alcázares en los años veinte, cuando la aviación hacía furor entre la población.

Con el mismo horizonte -o parecido- que divisó Ramón Franco al partir en el Dornier 16 en su vuelo Los Alcázares- Nueva York, prosigue la ruta por las páginas de 'Águilas y garras', en el que el hermano pequeño del dictador narra otro capítulo oculto de la historia. Cómo con nocturnidad y alevosía se coló de noche en los hangares de la base alcazareña para cambiar las matrículas de los aviones y poder volar al día siguiente hacia el Atlántico con el modelo alemán en lugar del construido y montado en Cádiz a mayor gloria de la patria. No se fiaba el piloto de la máquina nacional y desobedeció las órdenes y desafió a los mandos militares, lo que le valió a la vuelta de su naufragio, del que fue rescatado como un héroe, la expulsión del Ejército.

El reportaje literario de César González Ruano y Santiago de la Cruz ofreció en 1929 la tragedia en el mar contada por Franco, Gallarza, Ruiz de Alda y Madariaga.

Al paisaje sereno de la laguna, siempre como testigo mudo, el historiador añade anécdotas históricas que enriquecen la ruta, como la de aquella aviadora neozelandesa, Jean Batten, conocida como la Greta Garbo de los cielos, que visitó Los Alcázares en los años treinta. O la visita a la base militar de una de las parejas con más glamour de la época, la formada por el aviador Hidalgo de Cisneros y Connie, en realidad Constancia de la Mora Maura, la hija aristocrática pero republicana del que fue presidente monárquico Antonio Maura.

 

Vista aérea de la base de Los Alcázares en los años treinta, con los hidros en plena actividad.

Otro título evocado en la ruta literaria es 'El dragón perdido' (2014), del autor murciano Víctor Manuel Mirete, quien narra el secreto nunca contado del golpe de Estado de Franco a través de un magnífico viaje lleno de intriga. Las conexiones con el Mar Menor no faltan. Un telegrama enviado el 12 de julio de 1936 desde un avión desaparecido que sobrevolaba Marruecos en dirección a la base aérea de San Javier, es uno de los enigmas.

Paseando frente al Mar Menor, es hora de recordar 'El colgante', el thriller americano ambientado en Murcia, con escenarios de fondo como Los Narejos o las islas de la laguna, que escribió Javier L. García Moreno.

La escritora murciana María José Sevilla lee en la esquina del paseo de la Concha con la calle Telégrafos un pasaje de su libro 'Mi nombre es Ana' sobre las vicisitudes de sus familiares con el comandante Ortíz, uno de los nombres clave de la base de Los Alcázarez. El militar republicano acogió a la familia de la escritora y los puso a salvo después de que a su tío le derribaran el avión en el que volaba.

El historiador recuerda otro título con Los Narejos como fondo: 'En el tiempo manso', de Eva Barro, una ficción con destellos tan reales como los pelotazos urbanísticos y la corrupción.

Entre las grandes historias que abarca la ruta a pie, es difícil no evocar la tragedia del Sirio, sobre todo ante la presencia de la escritora cartagenera Lola Gutiérrez, quien ha escrito su versión de la tragedia en 'Playa de Poniente'. Finalizar la ruta en un remanso de paz e historia es fácil en Los Alcázares, que cuenta desde hace más de un siglo con el hotel La Encarnación, que ha sido escenario de rodajes para películas de época. Puede sentarse en el comedor donde cenó Alfonso XIII o pasear por el patio vegetal donde los magnates mineros acudían a ver los espectáculos nocturnos y los aviadores rusos bebían tras las jornadas de trabajo en la base de hidros. Tanta historia que dará para más páginas.

En el patio del hotel La Encarnación, el historiador Antonio Zapata recuerda algunos de los títulos literarios que tuvieron como escenario Los Alcázares. A su alrededor, las escritoras María José Sevilla (de verde a la derecha), de negro y blanco Lola Gutiérrez ym en el centro la poeta Pilar Álvarez.

En este VIDEO, el historiador Antonio Zapata describe la ruta.

 

 

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