Cultivaron la vid y el olivo, fabricaron buen 'garum' y destacaron en la industria del salazón y el esparto en tierra murciana. Una ruta en bicicleta de 6 días propone descubrir los vestigios del pueblo íbero por Murcia, los primitivos habitantes. Cruzar viñedos y ríos, alcanzar colinas y yacimientos. Soñar cómo se vivía hace 3.000 años.
Según contó el sabio Estrabón, los íberos eran de mediana estatura, morenos y enjutos, muy leales, de temperamento indomable y muy buenos guerreros, aunque también señala que eran "indolentes, perezosos y odiaban todo lo extranjero". Usaban la jabalina, la honda y el puñal. El sabio contó que un mismo caballo llevaba a dos guerreros, uno se bajaba y combatía a pie.
De las mujeres dijo que "trabajan la tierra y paren en el mismo campo, bajo un árbol y luego siguen trabajando". Mujeres duras, las íberas, que gustaban de joyas -la representación de la Dama de Elche es la más viva de los íberos- y tenían el poder doméstico. "El esposo es el que dota a la mujer y son las hijas las que heredan y eligen las esposas para sus hermanos", contó el sabio.
Un tanto extremistas eran con los condenados a muerte, a quienes arrojaban desde lo alto de las rocas. Entre sus excentrticidades estaba la costumbre de exponer a los enfermos en los caminos paa que pudieran recibir los consejos de los viajeros que hubieran tenido la misma enfermedad.
De ellos nos quedan ricos yacimientos en la Región, los más importantes los de El Cigarralejo (Mula) y el Cabezo del Tío Pío (Archena), aunque su rastro atraviesa Cieza, Jumilla, Mula...
La principal actividad económica de los íberos era la agricultura, basada en el cultivo de los cereales, la vid y el olivo. En la Región de Murcia destacaba el cultivo del esparto en el campo de Cartagena (Campus Spartarius) y la industria de la conserva y la salazón en Carthago Nova, donde se producía un excelente garum, según Plinio. El garum se define como una salsa realizada con las vísceras del pescado (como la caballa= skombro). El resto de actividades económicas consistían en la ganadería, con la domesticación del caballo, el buey y la oveja; la caza, sobre todo del jabalí y el ciervo; y la elaboración de cerámica para el almacenamiento de la producción y el desarrollo del comercio, como atestiguan los yacimientos del Castillejo de los Baños (Fortuna) y Los Corrales (Jumilla).
6 días en la naturaleza
Los guías de la empresa Entre Tierras proponen una ruta en bicicleta de 6 días en febrero siguiendo la estela del pueblo íbero, el que ocupó el Levante peninsular antes de la civilización romana. Recorrer los confines de Murcia y Albacete tras sus huellas.
El punto de partida estará en Bullas para recorrer la vía verde del Noroeste hasta Mula y visitar el Museo de Arte Ibérico de El Cigarralejo (Mula), conocer Begastri y sus ruinas, el Museo Arqueológico de Cehegín, el conjunto arqueológico de Las Encarnación (Caravaca de la Cruz), los valles de la rambla de Burete y río Mula. En otros puntos de la ruta, se podrán descubrir el campo de Hellín y la laguna de Pétrola con sus hermosas aves, los yacimientos de Montealegre del Castillo. Para finalizar el viaje de 6 días, los ciclistas llegan a Tolmo de Minatera para ver su centro de interpretación, conocer el yacimiento de El castellón de Albatana y atravesar las llanuras, entre vides y cereales, hasta Fuente Álamo.
En la página web de Entre Tierras informan sobre el material necesario para el viaje, las distancias a recorrer y los mundos por descubrir.
