ANTONIO ZAPATA. El pasado 4 de octubre Los Alcázares recibió la visita del Rey Felipe VI y su esposa Leticia Ortiz. Ha sido la tercera visita oficial de un monarca español al pueblo. La primera fue en 1923. Alfonso XIII, bisabuelo del actual, visitó el entonces dividido núcleo urbano alcazareño en ese año y, de nuevo, en 1927.

Decía Gil de Biedma que "el hecho de estar vivo exige algo, acaso heroicidades". Y ha habido demasiadas páginas en la historia que han requerido a hombres y mujeres anónimos convertirse en héroes. Para aprender de ellos y de las lecciones que nos deja la historia, la asociación Los Alcázares EcoCultural organiza el próximo sábado, 10 de noviembre a las 18 horas sobre dos personajes recordados de Torre Pacheco: el aviador Miguel Galindo y el maestro, periodista y político Bibiano Perona.

Promociones de soldados con la clásica gorra cuartelera, aún en uso en el Ejército del Aire. Caras de hermandad y de susto, porque la implacable maquinilla del barbero y la voz de mando no terminaban de resonar en la cabeza hasta que acababa el servicio militar obligatorio. La Academia General del Aire fue destino de miles de jóvenes que tuvieron que hacer la mili.

"La base aérea es la principal conexión soviética de Los Alcázares pero no el comienzo", explica el historiador Antonio Zapata, quien expondrá mañana, viernes, 1 de diciembre, los hilos que conectaron la convulsa historia rusa con este apacible pueblo en la orilla del Mar Menor. Los 'mosca' y los 'Katiuska' sobrevolando la laguna y la vida novelesca de pilotos como Ragosin, Zukof o Marchenco trensan el devenir de Los Alcázares con uno de los principales hitos del siglo XX en el mundo.

Aviones históricos despegaron en Santiago de la Ribera, pero a tamaño escala. Después del éxito de la exhibición de la Patrulla Acrobática Águila que tuvo lugar el pasado domingo, 24 de julio, sobre las playas de Santiago de la Ribera, el Ejército del Aire estuvo también presente en las fiestas de la localidad con una exhibición de la Patrulla de Aeromodelismo de Exhibición.

Un piloto heróico alzó el vuelo el 12 de diciembre de 1915 en la orilla de Los Alcázares. Él era el capitán de caballería Roberto White y su avión, el primer hidro militar español que tomaba el cielo en la historia.