La magia de los 'pintxos' enciende La Tropical de Los Alcázares

Gastronomía
Fuente

Como una palabra mágica en boca de hechiceros funcionó la llamada del 'pintxo' en el restaurante La Tropical de Los Alcázares el pasado jueves, 19 de mayo, por la noche. Las pequeñas creaciones de los tres magos invitados a los fogones de este local histórico, que va para los 80 años de existencia, encendieron la barra y abarrotaron el comedor y la terraza de clientes hambrientos de sensaciones gastronómicas. Los cocineros vascos Iñaki Rodaballo y Urko Saratxaga y el hellinero David López ejercieron de magos del paladar. Fue cosa de magia: los dos mil pintxos desaparecieron en un soplo.

 

"Los cocineros invitados se han sorprendido por la demanda. En el norte comen mucho, pero es que esta noche todo el mundo quería probarlo todo", comentaba el gerente de La Tropical, Carlos Méndez, cuya familia mantiene el listón de calidad de un restaurante que celebra este año el 80 aniversario. Parte de la familia arrima el hombro en el mimo de una carta y una barra que se codean con los mejores locales de la costa levantina, aunque solo este local, situado a pocos metros del Mar Menor, cuenta con el coraje de la cofundadora en activo, María Rosa Heredia, que a sus 74 años aún mueve la batuta en la cocina de La Tropical. En la que seguramente ha sido una de las noches más movidas de su historia, la matriarca mantenía el tipo al frente de una cuadrilla de cocineros de altura. "Venga ese parchís", requería sin perder la concentración, mientras pasaban por sus manos diabluras gastronómicas como ese tablero de parchís con cuatro cremas con los colores de las fichas, que ha ideado el vitoriano Iñaki Rodaballo.

Iñaki Rodaballo en la cocina de La Tropical haciendo travesuras con sabores

"Mi estilo es divertido y juguetón", contaba en los fogones de La Tropical mientras montaba sus 'Chip´s&Ron', una crema ligera animada por una lágrima de esencia de ron y una lluvia de crujientes sobre un pulpìto. "Quiero que además de alimentar se diviertan", se propone el cocinero alavés, cuyas invenciones, basadas en un dominio de los fundamentos de la cocina clásica pero con una clara voluntad de hacer travesuras, han ganado ya varios premios. Sus alcachofas Gold fueron de las primeras en agotarse.

El parchís del cocinero vitoriano Iñaki Rodaballo

Los tres cocineros elaboraron en La Tropical un total de 2.000 pintxos, a razón de 5 variedades por barba. "Es una paliza, pero muy gratificante", contaba Urko Saratxaga, del restaurante Katagorri, de Alicante. "Nos conocen sobre todo por los pintxos y trabajo mucho el bacalao, las carnes y las brasas", explica el cocinero, quien se reconoce en la típica cocina vasca con elaboraciones creativas. No se resistió a preparar en Los Alcázares su famoso pastel de manzana con foie fresco y su 'Muerte con queso', una hamburguesa de pollo con crema de queso albahaca y mermelada de tomate.

El cocinero manchego David López, enamorado de la casquería, las setas y las algas

Al joven cocinero le gusta participar en estas 'quedadas' triangulares en cocina ajena. "Si eres cocinero de verdad, lo haces con cariño e ilusión, además de que aprendemos unos de otros", cuenta en la cocina de La Tropical, mientras los otros cocineros y pinches pasan por los flancos como en una pugna de Rossi y Lorenzo. "Yo empecé pelando patatas a los 14 años, y hasta donde llegue", sonríe en plena vorágine de la cocina.

Urko Saratxaga (segundo por la derecha) en plena comunión con la plantilla de La Tropical. A su lado, Chencho García.

"Nos divertimos mucho", afirma el cocinero de Hellín David López, quien se encuentra como en su casa con el equipo de La Tropical. López forma parte del profesorado del Centro de Cualificación Turística de Murcia y del nuevo grado de Gastronomía de la UCAM. "Me gusta la casquería, las setas y las algas, por eso para una de las tapas he hecho una croqueta de tomate escabechado y cremoso de trompeta negra", relata como un cuento con sabores. No puede negar que le apasiona "la cocina de mi tierra", pero "me gusta introducir cosas diferentes y que gustan como el ceviche de dorada y helado de cilantro".

En plena avalancha de público, los pintxos del trío de oro animaban a luchar a codo limpio por unos centímetros de barra donde paladear sensaciones nuevas. La carta habitual de La Tropical completó la demanda cuando los bocados de los cocineros invitados se terminaron y la familia Méndez hubiera querido repetir la escena bíblica de la multiplicación de los panes y los peces. Cuando 2.000 pintxos saben a poco, es que ha habido magia.

La barra de La Tropical el pasado jueves por la noche en plena fiesta de los pintxos

FOTO PRINCIPAL: Los hermanos Méndez, José (izqda) y Carlos, en plena vorágine de barra

Publicidad

PRÓXIMOS EVENTOS

28,10,0,50,1
600,600,60,0,3000,5000,25,800
90,150,1,50,12,30,50,1,70,12,1,50,1,0,1,2000
Powered By Creative Image Slider
leer más
leer más
leer más
leer más
leer más