Cada año se le ve más joven. El Carnaval de Santiago de la Ribera demostró en la tarde de hoy, domingo, que cuenta con suficiente cantera para hacerse grande y perdurar. Parte del mérito es de las asociaciones de padres y madres de alumnos, que han participado masivamente en un desfile de tono más familiar que nunca, más numeroso y animado, con 40 comparsas -16 de ellas locales- y más de dos mil personas en danza.
Los personajes circenses de la Escuela Infantil de San Javier abrieron el desfile, que este año brilló bajo un sol primaveral que permitió al público disfrutar de una tarde animada sin los molestos vientos de otras ediciones.
Los padres y madres no dudaron en vestirse de Hulk o Jocker, como los de la Ampa del Fulgencio Ruiz (congreso de superhéroes), para vivir la fiesta en familia. Los del colegio Virgen de Loreto sacaron a la calle un torrente de emoticones grandes y pequeños. Los del Joaquín Carrión optaron por la fórmula del 'western' con decenas de pistoleros capitaneados por aguerridas cuatreras.
Piratas con o sin barco del Ampa de El Recuerdo navegaron abrieron paso a los pececillos de Aidemar, la Asociación de Discapacitados del Mar Menor, que lanzaron un mensaje de auxilio para la laguna. Ya fueran tortugas o tiburones, todos pidieron 'un Mar Menor limpio'.
Los chicos y chicas de Aidemar, como recién salidos del fondo del mar y con carteles pidiento un Mar Menor limpio.
Las mejores coreografías las pusieron sobre el asfalto las dos comparsas de las escuelas de danza. La Escuela de Rítmica San Javier dejó volar a una bandada de loros bailones, sin mezclarse con los personajes punky futuristas de Yaiza.
La comparsa El Desayuno rindió homenaje a Robin Hood con una familia numerosa de bucólicos héroes medievales. La Calavera invocó a la primavera con un jardín móvil de flores fluorescentes, que se agrandó con las rosas de P K T Pikes.
De las profundidades de la selva del Amazonas surgieron los personajes tribales de Los que Faltaban, seguidos por los carneros mitológicos de Los Pioneros y los diablos de Olé Olá. Cuernos y rabos revoltosos lucieron las diablesas en tornasol, mientras que los enmascarados con cornamenta enroscada lucieron galas en pieles blancas y brillos dorados. Bora Bora inundó de plumones turquesa la tarde más festiva del año.
El sol se reflejó en las plumas doradas de las ninfas de Akelarre, que abrían paso a la corte de Cleopatra y sus egipcias danzarinas de la comparsa Río. La reina del Carnaval de La Ribera, Irene Pérez Mateo, puso el broche de lujo a la parte local del desfile, que continuó con las comparsas de los municipios invitados.
Las ninfas de plumas doradas de Akelarre, elegancia barroca.
Piratas del colegio El Recuerdo, de San Javier.
Los superhéroes del colegio Fulgencio Ruiz de Santiago de la Ribera.
Pistoleros del colegio Joaquín Carrión de San Javier.
La presidenta de la Ampa del Loreto, María, guiña el ojo a través de su emoticono.
Bora Bora en evocaciones marinas de aguas torquesas y reflejos dorados de sol.
La Escuela de Rítmica San Javier, emplumada con colores de loro tropical.
Los Robin Hood de la comparsa El Desayuno, de todos los tamaños.
Personajes circenses de la Escuela Infantil de San Javier.
Flores fluorescentes de la comparsa La Calavera.
¿Ragnar Lodbrok? No, Santiago Sánchez Clemente, miembro de la comparsa Los que Faltaban y conocido carnavalero.
La musa tribal de Los Que Faltaban, en avance por la avenida Sandoval.
Diabluras tornasoladas de Olé Olá
Carneros mitológicos de Los Pioneros
La reina del Carnaval, Irene Pérez, de la comparsa Río, con su ejército de Cleopatras.
