"La sentencia del Mar Menor -caso 'Topillo'- será una chapuza, y no veremos a los culpables directos, que en algunos casos se habrán muerto, porque aquí va a pasar lo mismo o peor en que en desastre de Alnazcóllar, en Doñana, que se celebrará 25 años después". Así de claro se pronunció Pedro Costa Morata, ingeniero, sociólogo y periodista, pero sobre todo ecologista, que recibió el Premio Nacional de Medio Ambiente.
¿Qué pasará con el juicio en curso por la contaminación del Mar Menor? "Será finalmente el Estado, como responsable subsidiario, el que se ocupe de las consecuencias, en parte con razón, porque ha sido la Confederación Hidrográfica del Segura la que ha permitido este desorden", afirmó el ecologista el pasado viernes, 21 de octubre, en Lo Pagán durante la presentación de sus dos últimos libros.
'Agrocantón murciano: tóxico, rebelde, insostenible' es el trabajo en el que denuncia "la agricultura criminal que está detrás del desastre", aseguró Costa Morata. Sin pelos en la lengua, el activista tuvo 'dedicatorias' para todos.
Criticó directamente al consejero de Agricultura, Antonio Luengo, pero también a la CHS y a la Fiscalía de Medio Ambiente. "La política es ciencia, arte y ética, claro que hay que hacer política, pero tenemos que menospreciar a los que la envenenan", dijo a los asistentes a la presentación, que tuvo lugar en el local del antiguo Varadero, reconvertido en una sala de arte.
Sobre la nueva situación que abre la ley que reconoce la personalidad jurídica del Mar Menor, Costa aseguró que "será un instrumento más", pero echó un jarro de agua fría a los promotores de la iniciativa legislativa popular ya que, según cree, "mi experiencia me dice que no valdrá para casi nada porque en esta Región la ley es objeto de burla constante".
Denunció que "la Fundación Ingenio está llamando a la desobediencia civil, porque es lo que está haciendo al convocar a los agricultores para que se salten la ley". Expresó su escepticismo sobre los resultados del caso 'Topillo', que investiga la responsabilidad de políticos y agricultores en el deterioro del Mar Menor porque "los tribunales son unos mandados".
Recomendó "vigilar a los jueces para que cumplan", "crear un comité cívico y tener una estrategia para señalar al enemigo". Costa recordó "los años de activista para contrarrestar los intentos de llevar a cabo un proyecto privado en las salinas de San Pedro del Pinatar" en los años ochenta.
