Cuando sube la incertidumbre y arrecia la preocupación por la salud mental, se imponen los espacios de sosiego y convivencia. El festival Pinatar Om concentró en la jornada de ayer, domingo, un completo escaparate de técnicas e iniciativas orientadas al bienestar personal y al acercamiento a la espiritualidad y la naturaleza. La numerosa afluencia de público en esta cuarta edición revela la búsqueda general de equilibrio y salud.
Teatroterapia, nutrición, yoga, danza y música llenaron de energía el Centro de Ocio y Artes Emergentes de San Pedro del Pinatar. El festival multidiciplinar Pinatar Om desplegó toda una variedad de técnicas y recursos orientadas a cuidar la mente y el cuerpo. Desde una sesión de pilates a una ceremonia maya del cacao, desde una clase de danza polinesia hasta un concierto de cuencos tibetanos.
La cuidada experiencia, preparada por María José Navarro y el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, incluyó un mercadillo de artesanía natural, donde se podía descubrir la magia de un tambor oceánico, la fuerza de los minerales o la creatividad de adornos realizados con materiales naturales.
Este año fue el lobo y su fuerza el protagonista del encuentro, que reunió a un abundante público alrededor de los talleres. Pinatar Om coincide con el equinoccio de otoño, un momento de cambio que tiene en este espacio de San Pedro del Pinatar una cita para descubrir nuevos caminos.
Baño de Gong en el centro de ocio y artes emergentes de San Pedro del Pinatar. Arriba, sesión de yoga.
