A los piratas no los para ni la mayor inundación de la historia. Los invasores berberiscos volvieron a desembarcar en la orilla de Los Alcázares que, durante cuatro días, recuperó el brillo y el ánimo festivo perdido en las graves riadas del pasado invierno. El desfile más vistoso de los últimos años ofreció la mejor cara de un municipio que ha recuperado en Semana Santa el turismo de sol y playa.
El mercado medieval, las fiestas nocturnas y la animación callejera convirtieron de nuevo el casco urbano de Los Alcázares en un cuento del Medievo. Miles de visitantes pasaron por los puestos de los mercaderes de artesanía, objetos de cuero y madera, velas e inciensos, y delicias de origen árabe pero también enormes asados inspirados en las mesas medievales cristianas.
El público asistió con especial interés el Encendido de la Llama Berberisca en la playa alcazareña, donde se ha podido disfrutar de nuevo de un espectáculo de luces y música en la playa del Embarcadero. El Desembarco Berberisco y el pasacalles nocturno atrajeron a los vecinos y visitantes el Viernes Santo, cuya cita festiva rivalizó con el gran desfile berberisco del sábado por la noche.
Las odaliscas árabes desfilaron con rigurosa coordinación, seguidas por guerreros corsarios, monjes trinitarios y campesinos. Los personajes medievales, como los temibles trolls asombraron a los más pequeños. Carrozas como la de la tela de araña y las mujeres mariposa se llevaron las mayores ovaciones.
El aumento de la afluencia de público a la costa del Mar Menor durante la Semana Santa ha aportado una mayor animación a los actos festivos de las Incursiones Berberiscas, que este año alcanzaron su 18 edición.
Las telas de araña luminosas asombraron al público que llenó la avenida 13 de Octubre de Los Alcázares
Los velos árabes no faltan en el desfile berberisco de Los Alcázares
Temibles trols salidos del imaginario medieval se hicieron carne y hueso en el desfile berberisco
