El brillo del Carnaval volvió a atraer a cientos de personas el pasado sábado por la noche a la orilla de Santiago de la Ribera. Más de 20 comparsas locales e invitadas desfilaron con sus mejores galas ante un público que llenó los asientos solidarios instalados en el paseo marítimo.
La noche frente al Mar Menor destacó aún más los colores de las plumas y el brillo de las pedrerías de los carnavaleros, que pudieron lucir con más alegría que con las temperaturas frías de febrero. Las comparsas locales estuvieron acompañadas de las llegadas de otros municipios murcianos, invitados a esta fiesta veraniega en la costa del Mar Menor.
Como es tradición, la musa de Carnaval, Irene Pérez, de la comparsa Río, cerró el desfile, que desembocó en la explanada Barnuevo con una fiesta multitudinaria. Un castillo de fuegos artificiales y la queña de una falla con forma de caballito de mar, la mascota del Carnaval, coronaron la fiesta.
Esta año, como novedad, los más pequeños disfrutaron de un Carnaval infantil en la tarde del viernes. El Carnaval de Verano se ha convertido ya en uno de los alicientes del turismo en la Región de Murcia.
Musas y musos brillaron por igual con el fondo del cielo estrellado sobre el Mar Menor.
Un 'drag queen' animó la fiesta final en la explanada Barnuevo tras el desfile.
