Más de tres décadas sosteniendo un negocio en primera línea del Mar Menor no son toda la historia de Román Rodríguez y su mujer Otilia. Antes pasaron veinte años en la isla Perdiguera, en el centro de la laguna, cocinando y sirviendo arroces y pescados a los turistas. Anoche, 14 de junio, celebraron con los amigos el 31 aniversario de su restaurante, Bellavista.
Hubo música, vino y luna llena. La pareja anfitriona recibió a sus amigos y clientes más habituales en la terraza del restaurante que llevan defendiendo 31 años en el paseo Colón de Santiago de la Ribera. "La vida es trabajo, pero también saber disfrutar de los momentos que te deja", afirma el hostelero, a quien la dedicación a su restaurante no le ha privado de viajar y de su principal afición, la bicicleta.
Con música en directo y algunos de los bocados que Román sabe que prefieren sus comensales, hizo posible una velada de aniversario que se convirtió en reencuentro con los amigos y en fiesta para la plantilla de Bellavista. Hoy comienzan a escribir la historia de sus próximos treinta años, con sus arroces marineros, sus pescados frescos y su hospitalidad bajo las palmeras.
Amigos y clientes habituales, anoche, 14 de junio, en la terraza del Bellavista, frente al Mar Menor. NOTICIERO.
