El sector agrario no quiere sentirse criminalizado por la crisis ambiental del Mar Menor. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA-Murcia) ha expresado hoy, en la reunión convocada por el Gobierno Regional para la elaboración del Decreto-Ley de Protección Integral del Mar Menor, su exigencia de que el sector agrario, compuesto mayoritariamente por explotaciones familiares, "no sea nuevamente vapuleado y criminalizado por los responsables políticos, movimientos vecinales y un largo etcétera de colectivos".
UPA ha reiterado su convencimiento de que "los agricultores van a ser actores imprescindibles para que puedan materializarse algunas de las actuaciones definidas ya como estratégicas para eliminar o minimizar el impacto de las actividades humanas sobre el estado ecológico del Mar Menor". Cree que el conjunto de actuaciones debe ser planteado "para ejecutarse con los agricultores y no contra los agricultores".
Para UPA, el hecho de que el grueso de las medidas que "ahora se plantean con toda celeridad y urgencia estuvieran ya definidas, al menos, desde la aprobación del anterior Plan de Cuenca de la Demarcación Hidrográfica del Segura en el año 2009". Recuerda que "a día de hoy están aún sin ejecutar en su práctica totalidad".
El sindicato agrario se mantiene firme en su postura de "no contribuir a que sea el sector del campo el que otra vez tenga que poner una mejilla y también la otra para lavar la cara de las administraciones públicas que, durante muchos años, han sido las exclusivas responsables de la parálisis de la ejecución de las actuaciones".
La Unión de Agricultores se compromete a colaborar en la aplicación de las medidas necesarias para regenerar el Mar Menor siempre que, según precisan, "sea un proceso justo que garantice que no caerán los más débiles".
Sobre la eliminación de los regadíos ilegales, que se reclama desde diversos sectores, aseguran que "no es necesaria una legislación nueva, ya que las competencias para identificarlos están definidas desde hace años". Se oponen sin embargo a cuestionar el regadío en el campo de Cartagena, ya que sostiene que "los agricultores han realizado una constante evolución para disponer de los sistemas más modernos y eficientes".
UPA se muestra contraria a suprimir regadíos que se encuentren cerca de la orilla del Mar Menor y defiende que, "bajo la misma premisa habría que eliminar construcciones y actividades con esa misma ubicación ". Advierten además de que "la conversión a una agricultura ecológica no puede ser una imposición para los productores, sino una opción en función de la demanda".
FOTO: Campo de cultivo arado en dirección al Mar Menor, en la zona sur del campo de Cartagena.
