¿Se imagina una elevación poblada por caballos salvajes, rinocerontes, gatos pardos y carnívoros grandes y fieros? Así era el Cabezo Gordo hace entre 50.000 y 130.000 años, cuando servía a los neandertales de refugio y de atalaya para divisar la caza. Las excavaciones en la Sima de las Palomas, que dirige el profesor Michael Walker, han hallado este verano numerosos restos de animales e instrumentos de sílex y cuarzo.
Los trabajos de los paleontólogos se encuentran ya a unos 7 metros de la cota 'cero' a la que había llegado el sedimento cuando se iniciaron las excavaciones hace tres décadas. Donde se encuentran actualmente las tareas corresponde a sedimentos depositados durante el último periodo interglaciar, con una antigüedad de entre 100.000 y 130.000 años, según los resultados del método de luminiscencia óptica empleado por la Universidad de Oxford.
Según ha confirmado hoy el director de las excavaciones, el profesor Michael Walker, "la capa es extraordinariamente rica en restos de animales, desde la abundantísima tortuga y el conejo, hasta caballos salvajes, ciervos, uros, rinocerontes, hiena de las cuevas, lobos, puercoespines e incluso se ha hallado un diente incisivo de un hipopótamo.
Lo que está claro es que usaban el fuego para asar carne, ya que se han encontrado abundantes fragmentos carbonizados, tanto de huesos grandes como menores, y otros con indicios de corte o rotura. También se han localizado numerosos útiles de sílex, caliza, mármol, cuarzo y cuarcita. "Esto probaría que eran capaces de reducir a los grandes carnívoros y después los asaban. No eran tan torpes y tontos como se pensaba", afirma Walker.
Otra conclusión de las investigaciones apunta a que los neandertales combinaban la carne con vegetales en su alimentación, como lo prueba la presencia de fitolitos en el sarro de los dientes. "LOs fitolitos demuestran que comían plantas, con probabilidad semillas de gramíneas, pero también vegetales que proporcionan almidón, como son diversas formas duras de rizonas o tubérculos", indican.
LA PELVIS DE PALOMA
La fama de Paloma en el mundo de la ciencia paleolítica está más que justificada. "Es la pelvis femenina más completa de un neandertal". Fue encontrado en posición ligeramente inclinada sobre una suave vertiente de tierra gris, cuya excavación sugería un fuego extenso. Además de Paloma, hay tres individuos neandertales con conexión anatómica, pero los más de 300 fragmentos de huesos indican la presencia de al menos 14 individuos diferentes.
Los expertos creen que realizaban enterramientos rituales, cubriendo los cadáveres con piedras y lajas intencionadamente, tal vez para evitar la intervención de depredadores. Los restos humanos no muestra señales de combustión, pero en niveles más inferiores, del periodo de entre 100.000 y 130.000 años, sí se ha encontrado un diente molar con evidencias de haber sido sometido a combustón intensa.
Los científicos creen que "el hombre de Neanthertal encendió un fuego de consideración en la cueva antes de depositar los muertos sobre las ceinzas frías, una vez apagado el fuego". Según el profesor Walker, "sería interesante que vinieran expertos de la Universodad de Oxford con métodos geofísicos, pero supone un gasto que no podemos afrontar". La riqueza de yacimientos en la Región hace que "haya muchas necesidades y poco dinero para investigar"
