A algunas madres de La Manga y Cabo de Palos aún se les empañan los ojos cuando oyen hablar de Jessica. Aquella niña de 5 años que murió hace ya más de 15 años en un parque de Cabo de Palos por un columpio en mal estado. El parque Jessica, que lleva su nombre en La Manga, no cumple con la memoria de la malograda pequeña. El óxido y la dejadez recuerdan demasiado a aquella tragedia y agravian su memoria.
Un grupo de madres de La Manga le entregarán el próximo lunes al Instituto Municipal de Servicios del Litoral (Imsel) de Cartagena un escrito en el que piden el arreglo del parque y su mantenimiento en el futuro. "Está inseguro para los niños porque tiene tornillos oxidados que sobresalen, los muelles comidos por el óxido y tornillos que faltan y que pueden hacer que se desprenda una pieza de un columpio", explica una de las madres. Consideran que el parque Jessica, el más grande y el más frecuentado de La Manga por su céntrica ubicación, debería contar con una atención mayor. Para más contradicción, el recinto infantil se encuentra justo frente a las oficinas del Consorcio La Manga.
Las madres creen además que "hay varios parques en La Manga y todos están regular, porque el parque del Caballito tiene elementos desportillados que se pueden clavar, y el que hay junto al Aldi se pasa meses sin que arreglen algo que se ha roto". En su investigación de las razones por las que los parques urbanos carecen de servicio de conservación, las las madres han encontrado que en una partida del Consorcio destinaron en 2010 una cuantía económica para la remodelación del parque Jessica. "¿Dónde está ese dinero? En el parque, no", apunta una de las madres. El único servicio de mantenimiento que ha tenido el parque es el que se ha ocupado de retirar algunos de los columpios cuando ya estaban gravemente deteriorados.
A la preocupación por la seguridad de los niños, se une la triste memoria de la niña que inspiró el parque que ahora ha despertado las quejas. "Es una triste paradoja que precisamente el parque que se hizo tras la muerte de la niña sea el que está en peor estado", explica un vecino de La Manga. A la pequeña Jessica le rompió el bazo una pieza de un columpio al desprenderse mientras jugaba confiada. Algunos vecinos recuerdan cómo, tras la desgracia, algunas amigas de la madre de Jessica hicieron una colecta en la zona, con la que financiaron la compra del columpio más grande que ha presidido el parque Jessica en todos estos años, y que ahora está en avanzado deterioro. Las madres de La Manga no quieren que la tragedia vuelva a los parques.
