Las órdenes que se publican en los boletines oficiales suelen a veces mirar hacia otro lado de las necesidades de los ciudadanos. Con esa cruda realidad se han encontrado esta mañana los vecinos de La Manga de San Javier que han querido pasar al lado cartaganero y se han topado con el control policial junto a Monte Blanco. El malestar de los vecinos por esta división territorial desde el kilómetro 4,5 ha reavivado la llama segregacionista en las redes sociales y los grupos de 'wasap'. La Policía local ha puesto hoy, viernes, en el primer día del cierre de los municipios un total de 6 multas por incumplimiento de la norma.
No se hablaba de otra cosa hoy en La Manga. Los vecinos se preguntan si no se va a tener en cuenta la particularidad de La Manga. "¿Qué otro sitio tiene su ayuntamiento a 60 kilómetros y además está administrado por dos ayuntamientos?", comentaba ayer un vecino de la zona norte. Para otro residente, "es absurdo que los que viven en el kilómetro 2 puedan ir a todas partes y los del kilómetro 4 a ningún sitio".
Desde primera hora de la mañana, en el control perimetral del término de San Javier, en La Manga, la Policía local ha pedido la documentación a conductores y viandantes. Los que no han podido justificar su paso al otro municipio, han tenido que darse la vuelta. Algunos han cruzado el Mar Menor en ferry para escapar por una jornada del aislamiento sin salir del municipio, ya que la travesía termina en el mismo municipio, en el muelle de La Ribera.
Muchos aprovecharon los últimos días, e incluso horas, antes del cierre de los municipios, para llegar a sus segundas residencias de La Manga. Familias de Murcia y de Madrid principalmente que pueden teletrabajar y deciden pasar la peor fase de esta segunda oleada de la epidemia en la orilla del Mar Menor. "Nunca he visto en estas fechas tanto coche en La Manga, con atascos incluso para pasar el puente del Estacio", explica Aída Pérez, de la Asociación de Vecinos. La parte positiva es que estos residentes inesperados animan la temporada baja y favorecen que permanezcan abiertos más locales. En el centro de salud ya se han agotado las vacunas de la gripe. Y en el Mercadona de Cabo de Palos, las estanterías se vaciaron ayer con la llegada de nuevos residentes para pasar este confinamiento lejos de la presión de las ciudades.
LA LLAMA SEGREGACIONISTA DESPIERTA DE NUEVO
"Cuando pasan estas cosas, se reaviva de nuevo el tema de la independencia de La Manga", afirma una vecina de la zona norte. "En las redes sociales ya se empìeza a ver más lo de 'ayuntamiento ya', que llevaba tiempo apagado", asegura. No comprenden cómo se ha desoído la singularidad territorial de La Manga, que ellos ven como una sola ciudad.
