No fueron más de diez, pero saltaron al Mar Menor en la mañana del 22 de diciembre como si fuera agosto. La décima edición del Baño de Navidad congregó a un grupo de valientes que no dudaron en darse el último chapuzón del año en una mañana soleada de invierno.
Con gorros de Papá Noel, que apenas les protegían las orejas, los bañistas navideños saltaron a un mar plano de agua fría. Numerosos curiosos se detuvieron a observar la hazaña de los diez participantes en el Baño de Navidad, que este año cumple su décima edición.
La Concejalía de Deportes les obsequió con un albornoz y una taza de caldo con pelotas para recuperar el calor tras el baño en el Mar Menor.
El último chapuzón del año, apto solo para valientes.
