Más de mil voluntarios acuden en ayuda de los afectados por la riada en Los Alcázares

Los Alcázares
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Son la mejor cara del desastre. La solidaridad de más de mil personas, la mayoría jóvenes alumnos de las universidades de la Región, que trabajan estos días desinteresadamente en la limpieza de casas y locales de los municipios del Mar Menor, sobre todo en Los Alcázares, el peor parado por la gota fría. Quitar barro de las calles es la prioridad. 

 

El trabajo que queda por delante es incalculable. Con prioridad, apartar el barro de las calles y carreteras para facilitar el tránsito de personas y coches. Cuadrillas de voluntarios con escobas barrían ayer el lodo hacia las alcantarillas. Desde el vestíbulo del Consistorio, donde se encuentra la base de operaciones, el personal municipal y los concejales organizaban la tarea. "Llaman cuando terminan una casa para que les digamos dónde está la siguiente", explican en el Ayuntamiento. Hay cola para coger escobas, cubos, fregonas, palas, trapos y todo lo que sirva para quitarle al municipio esa capa de fango que pesa como un futuro incierto. 

La Región se vuelca con los que peor lo pasan. Voluntarios de los Cartagineses y Romanos de Cartagena, de la iglesia mormona, de asociaciones juveniles, de las universidades y de otras agrupaciones de Protección Civil. No hay puerta de la que no salgan cubos de barro y muebles marcados por la ola de agua sucia. 

Cada familia sacó ayer media vida a la calle para ponerla a secar. De los muebles, electrodomésticos, objetos, recuerdos y demás pertenencias, habrá que tirar una gran parte. Los negocios también procuran recomponerse para dar servicio cuanto antes, ya que en Los Alcázares resulta aún difícil encontrar dónde comprar lo más básico, por eso el Ayuntamiento reparte productos de higiene y limpieza y alimentos básicos a través de las unidades militares de los tres ejércitos que estos días ayudan a la población. 

Cubos de barro salen de cada casa tras la gota fría que inundó Los Alcázares. El trabajo que queda por delante es incalculable. 

No hay calle que se haya librado del lodo. Solo los pisos. El resto, se enfrenta esta semana a recomponer sus casas y sus comercios. 

Cuadrillas de voluntarios quitan barro de la avenida 13 de Octubre. 

Frente a la Feria, los bomberos y la UNidad Militar de Emergencias ayudaban a instalar bombas para achicar agua de sótanos y locales. 

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